ARTE CINÉTICO ARGENTINO

        por OSCAR HAEDO

 
 
CAPITULO VI  
LE PARC
Los Generativos
 
06/09 LA OPINION DE LA CRITICA


            Las propuestas y los logros artísticos y estéticos del Grupo de Investigaciones del Arte Visual (
GRAV) –donde el rol de mayor relevancia le correspondió al argentino Julio Le Parc-ha merecido tanto el aplauso como la reprobación de los críticos argentinos, entre otros Jorge Romero Brest, Ernesto B. Rodríguez, Romualdo Brughetti, y el escultor Líbero Badii.

  Dijo Romero Brest:

La voluntad de ordenar al mundo persiste, con la diferencia de que los griegos buscaban la “legalidad inmanente de las cosas”, -inveterados empiristas como fueron, pese al idealismo platónico- y los modernos buscan la legalidad inmanente del caos, respondiendo a una imaginación más libre.

¿No emplean unos y otros estructuras primarias?. Aunque se deba distinguir cuanto hacen respecto a la inmediata tradición de los concretos, quienes aportaron soluciones de acuerdo a una geometría posicional, desplegando elementos simples entre sutiles intervalos que otorgaban al espacio un poder de sugestión poético, en tanto que al dejar de ser concretos, los de ahora aportan soluciones de acuerdo con una geometría rítmica, desplegando elementos menos simples a veces, que otorgan al espacio un poder de sugestión musical. Frente a los cuales se alzan los componentes de la Recherche Visuelle (Investigación Visual) quienes apuntan a soluciones de acuerdo con una geometría temporal, desplegando elementos aún más simples que otorgan al espacio un poder de sugestión existencial.[91]

       Dijo Rodríguez:

Y es justamente en ese tiempo –1959/1960- cuando aparece un conjunto de escultores con obras de curiosa concepción, realizadas en su mayoría con materiales inventados por la industria. Ellos prosiguen en nuestro medio la revolucionaria aventura de Fontana. Ahora prevalecen el plexiglas, trama de hilos (Vardanega, Althabe) y la luz hace tímidamente su aparición como componente real de una obra. La escultura se torna polémica.

La escultura del hueco o del espacio va a ser tan importante o más que la escultura de la materia, del lleno; lo dinámico quiere sobreponerse al clásico estatismo escultórico. Este despegue del proceso tradicional va a alcanzar últimamente en nuestro país sorprendentes realizaciones cinéticas en forma de objetos móviles, luminosos, hechos para la decoración, siempre provocadora de nuevos ambientes.

Ahora bien, estas obras ingeniosas no duran, cambian rápidamente porque también rápidamente la técnica y los elementos artificiales usados siempre se superan.

Esto nos lleva a otro tema incitante: los materiales NATURALES de la escultura no sufren la injuria del tiempo, por el contrario, ganan con la pátina que éste les da, se humanizan; en cambio, los materiales artificiales envejecen irremediablemente. [92]

Dijo Brughetti:

Su posición (N.A.: alude a Le Parc) y la de los integrantes del Grupo (GRAV), entre los cuales señálanse Horacio García Rossi y Francisco Sobrino, reniegan de fórmulas caducas y piden una apertura, salir del círculo vicioso que es el arte actual, al que califican de formidable bluff.

Sus propósitos se vinculan al espectador a quien hacen participar en un clima de comunicación y de interacción.

Rechazan la actitud del artista y acogen el trabajo en equipo y anónimo.

Sus consignas son: Prohibido no participar – Prohibido no tocar – Prohibido no romper.

Evidentemente, que frente a tantas imágenes deprimentes del arte de aquellos años relegados a una órbita conclusa en la que agonizaban por haber perdido sus virtudes esenciales, la obra de Le Parc –en el vasto sector de la movilidad e inestabilidad- y en el uso del aluminio, de la madera, de los rayos de luz blanca y de color, con ingeniosas composiciones cinéticas coincidentes, seducen por el control de sus constantes geométricas, por su prolija técnica, por sus formas y haces de luces en movimiento que estimulan la fantasía y armonizan con las estructuras de nuestra era industrial.

Las investigaciones de Le Parc y las de Vardanega, Tomasello, García Rossi Hugo Demarco, Marta Boto, Sobrino, Davite, Armando Durante, Antonio Asis, Eduardo Rodríguez, y tantos otros, participan por igual de la pintura, y de la escultura, hacia la extinción del límite de ambas, en la aventura integradora de las artes en el espacio-tiempo, signo que rubrica el espíritu del alto siglo XX.[93] 

Dijo el escultor Badii:

 Dentro de la línea histórica y partiendo de Rodin se desarrollan dos líneas de creación clásica: una línea partiendo de Rodin pasa por Bourdelle y termina en Maillol: la otra pasa por los cubistas, Laurens, Zadnike y otros, sigue con Braunesi y Moore, y por último por Gabo y Pevsner. Posteriormente se rompe el vocablo escultura y se desarrollan nuevas realidades. Ya no entra a juzgar si es escultor, pintor u otra especialidad: hoy es ser artista. A las creaciones actuales es difícil denominarlas esculturas. Cabe la pregunta: ¿son obras de arte las que efectúan los hombres?. Creo que la mayoría está dirigida hacia un decorativismo o sea a conclusiones puramente estéticas.

Todas las manifestaciones plásticas actuales (arte cinético, estructuras primarias, experiencias visuales o la nueva escultura) son visiones diversificadas de un deseo de comunicación.[94]

La analista del arte cinético, Elena de Bértola, al definir a las variadas fuentes de origen, señala las del orden sociológico, y dice:

…para Le Parc y otros artistas cinéticos, la obra de arte debe servir para materializar ideas concernientes a un nuevo tipo de hombre y, en particular, a un nuevo tipo de espectador. Partiendo de conceptos marxistas que redefinen a los hombres dentro de la sociedad, estos artistas aspiran a responder al mundo exterior de una manera original. [95]

 

 

 

 

[91] Revista “Testigo”, artículo de R. Brest, oct. – nov. – dic. 1966, Bs. As.

 [92] Diario “La Nación”, 5 de septiembre de 1971, Bs. As.

[93] Diario “La Nación”, 9 de abril de 1978, Bs. As.

[94] Diario “La Nación”, …Bs. As.

 [95] Bértola. Ob. Cit.

 

 

 

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