En la exhaustiva investigación
sobre Lola Mora y su obra me sorprendió que su interés no se limitó a la
escultura, sino que incursionó en otras áreas, inclinándose a la ciencia y la
tecnología.
Lola Mora ingeniera.
A raíz de sus frecuentes y
reiterados viajes a la Capital Federal, la escultora constató las dificultades
que ocasionaban, especialmente a las personas de edad avanzada y a los niños,
el cruce de la Avenida Paseo Colón para dirigirse desde la Plaza de Mayo al
parque
Así es que concibió un pasaje que
plasmó en el Proyecto de pasaje subterráneo y Galería subfluvial de acceso
al balneario Municipal de Avenida Costanera Sur, para el Tránsito de peatones y
automóviles. (se incluye fragmento del plano diseñado por la artista, único
testimonio de dicha iniciativa)(1).
Asimismo era su intención
habilitar en dicho paso una serie de locales comerciales, muestra de cómo se
adelantaba a su época.
Lamentablemente intereses
políticos y económicos impidieron la realización de dicha obra que hubiera
mostrado otra faceta de su personalidad e intereses.
Lola Mora cineasta.
En 1914 la primera guerra impuso
un paréntesis en los viajes y actividades de Lola en su taller romano.
En la Argentina culminaba un
cambio político al llegar la clase media al gobierno de la mano de Hipólito
Irigoyen, y un cambio en el gusto estético que sellaba una ruptura con el
clasicismo que ella sostenía, inclinándose hacia el impresionismo, en los
trabajos de Yrurtia para El Canto al Trabajo y el monumento a Manuel Dorrego.
En 1895 se había inventado el
cine, y Lola Mora se vincula con Domingo Ruggiano en 1920, quien le vende “la
cinematografía de la luz” para proyectar películas con luz solar o iluminación
eléctrica.
En un galpón de la calle Rincón
344 de la Capital, cercano a su taller en el Palacio Legislativo, Lola Mora
ensayaba diariamente el invento adquirido, tarea que fuera encomendada por la
oficina de inspección del entonces Consejo Nacional de Educación y que fuera
publicado en el diario La Unión el 9/11/1920.
En dicha nota, manifiesta su
interés por el cine y a la vez que muestra sus conocimientos tecnológicos al
decir “ siempre me interesó la física mecánica …, me absorben las palancas,
los brazos de potencia y de resistencia , las válvulas de seguridad, el tiro de
las calderas, las acciones y reacciones físicas , los cristales, las
imágenes luminosas , las combinaciones químicas…”
Continúa el cronista diciendo que
…mientras se proyectaban en la pantalla unas niñas vestidas de blanco ,
coronadas de rosas , con guirnaldas en las manos , haciendo poses y poses,
continuaba Lola ….es una cinta vieja ,comprada en un cambalache por un peso,
ya lo verá , está mal tomada y rota., pero pasaremos otra mejor….. ,
En esas tomas se notaba mucho
relieve, excelentes perspectivas detalles marcadísimos, en los encajes,
vestidos rugosos, medias tintas suaves, limpieza y nitidez arquitectónica,
Lola había dispuesto par la
proyección un fuelle invertido, como el de una gran máquina fotográfica detrás
de la tela, y utilizaba cinco telones distintos: verde-luz, amarillo, cromo,
pergamino y azul tramonto, preparados químicamente, al decir de ella, y uno de
ellos a base de petróleo cristalizado, todos tenían su explicación para los
colores y matices. Ella explicaba que ese fuelle era un concentrador de rayos,
desmontable, que iba desde la lente a la tela. Para la segunda parte, cambiaba
el telón, por el azul y verde
Según relata la hija del inventor
María Josefina Ruggiano Eyras el invento no había convenido a las empresas
cinematográficas por lo que impidieron que la sociedad integrada por su padre y
Lola Mora prosperara comercialmente, hecho que determinó el fin de su
proyecto.(1)
Lola Mora y los minerales
En 1925 el gobierno de Marcelo
Torcuato de Alvear le rescinde el contrato para trabajar en el Monumento a la
Bandera, obra que luego de recorrer galpones municipales, fuera restaurada y
recientemente ubicada en el ámbito del y los esculturas fueron ubicadas en la
fuente frente al Monumento principal, sobre la calle Juramento en el año 2000
en la ciudad de Rosario (2)
Es entonces cuando nuevamente la
artista tucumana es noticia por sus actividades en dominios ajenos a las Bellas
Artes la publicación del documento “Combustible, Problema Resuelto” firmado en
Salta en 1926. En este documento Lola afirmaba que se podía extraer aceite
lubricante de los esquistos bituminosos de las montañas salteñas, provincia en
la que ella estaba radicada en ese entonces. Lola, que en su incursión por el
cine había demostrado sus conocimientos de química, postergó entonces su labor
escultórica por investigaciones de índole científica y tecnológica, relacionadas
con la búsqueda de minerales, en la que invirtió su fortuna personal.
Se dirigía al poeta Rafael Alberto
Arrieta en 1927 y le decía :…sabía Ud. que he dejado el arte? Asómbrese,
….me ocupo del petróleo, aquí en las montañas de Salta. No me tome por vieja
chiflada. He estudiado el asunto seriamente. Trabajo mucho con esperanzas y
alegrías, a pesar de la indiferencia crimina de nuestros gobiernos para la
explotación de las riquezas del suelo. He perfeccionado un procedimiento para
extraer y elaborar aceites lubricantes de los esquistos bituminosos.
Y le dedicó al poeta el citado
folleto, lo instó a que lo leyera y descubriera la poesía que ella misma había
encontrado , diciendo ….siento en mi laboratorio, entre mis aceites minerales
, la misma emoción que sentía en mi taller de escultora……
Pierde su capital en la actividad
minera, se refugia en Plaza Hotel de la Capital salteña
y evoca con sencillez y
naturalidad su pasado.
Como su comprovinciana, el
escultor criollo, Juan Carlos Iramain, quien conocía las peripecias de Lola, se
apasionó por la experiencia y riqueza de las minas y conquistado por la aventura
mi peral, a partir de 1934 registra en sus dibujos a los mineros
Los artistas tucumanos, mostraban
así, como el genial Leonardo, que arte y ciencia están íntimamente relacionados
y son distintas expresiones de la creación del ser Humano
Bibliografía
1.
O. F. Haedo. (1974). Lola Mora Vida y obra de la primera escultora Argentina. Ed.
Eudeba. Buenos Aires.
2 .O F. Haedo. Los tres monumentos
a la Bandera. Diario Mayoría. 23 Junio 1974. Buenos. Aires.
3. O.F.Haedo.(1995). El escultor
criollo Juan Carlos Iramain. Ed. Fraterna. Buenos Aires.
Epígrafes.
1. Fragmento del plano
proyectado por Lola Mora. Transcripto por el Arquitecto Martín Ivo Drlje.
2. Lola Mora en Salta. Foto
Archivo General de la Nación.
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